Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento. | El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la sabiduría. |
Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad. | El impío toma prestado y no paga; pero el justo tiene misericordia y da. |
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¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor, lo afirmo. | ¿Acaso quiero yo la muerte del impío? dice Jehová, el Señor. ¿No vivirá, si se aparta de sus malos caminos? |
El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia. | El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá firme galardón. |
Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá. | Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, y guarda todos mis estatutos y actúa conforme al derecho y la justicia, de cierto vivirá: no morirá. |
Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia. | Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. |
La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. | La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. |
El Señor protege al extranjero y sostiene al huérfano y a la viuda, pero frustra los planes de los impíos. | Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna. |
El Señor ama a los que odian el mal; él protege la vida de sus fieles, y los libra de manos de los impíos. | Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. |
Más vale lo poco de un justo que lo mucho de innumerables malvados; porque el brazo de los impíos será quebrado, pero el Señor sostendrá a los justos. | Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos pecadores, porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sostiene a los justos es Jehová. |
Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios, pero los malvados seguirán en su maldad. Ninguno de ellos entenderá nada, pero los sabios lo entenderán todo. | Muchos serán limpios, emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; pero los entendidos comprenderán. |
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. | Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. |
El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece. | La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los malvados perecerá. |
Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada. | Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados. |
Porque el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles. El Señor los protegerá para siempre, pero acabará con la descendencia de los malvados. | Porque Jehová ama la rectitud y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados, mas la descendencia de los impíos será destruida. |
El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. | Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. |
Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad. | Los labios del justo saben decir lo que agrada, mas la boca de los malvados habla perversidades. |
Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos. | Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habitar donde reside la maldad. |
Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio. | El Señor sabe librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio. |
Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos, para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado. | Conociendo esto: que la Ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bienaventurado, que a mí me ha sido encomendado. |
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos. | Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. |