- Bienaventurados los que guardan sus testimonios
y con todo el corazón lo buscan. - Enséñanos de tal modo a contar nuestros días
que traigamos al corazón sabiduría. - El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón. - Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová,
y tome aliento vuestro corazón. - El corazón alegre es una buena medicina,
pero el espíritu triste seca los huesos. - Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
porque son el gozo de mi corazón. - El de corazón sabio recibe los mandamientos,
mas el de labios necios va a su ruina. - Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
- La esperanza que se demora es tormento del corazón;
árbol de vida es el deseo cumplido. - Engañoso es el corazón
más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá?
¡Yo, Jehová, que escudriño la mente,
que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino,
según el fruto de sus obras! - Jesús le dijo: —“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.”
- Ahora, pues, dice Jehová,
convertíos ahora a mí
con todo vuestro corazón,
con ayuno, llanto y lamento. - Enséñame, Jehová, tu camino,
y caminaré yo en tu verdad;
afirma mi corazón
para que tema tu nombre. - Antes del quebranto se engríe el corazón del hombre,
pero antes de los honores está la humildad. - Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre,
pero el consejo de Jehová es el que permanece. - Como el rostro en el agua es reflejo del rostro,
así el hombre se refleja en el corazón del hombre. - Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos. - Reconoce asimismo en tu corazón, que, como castiga el hombre a su hijo, así Jehová, tu Dios, te castiga.
- Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal,
pero alegría en el de quienes aconsejan el bien. - En sus pastos se saciaron
y, una vez repletos,
se ensoberbeció su corazón;
por esta causa se olvidaron de mí. - Anda, come tu pan con gozo
y bebe tu vino con alegre corazón,
porque tus obras ya son agradables a Dios. - La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
- Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo.
- Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
- ¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!
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