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Versículos de la Biblia sobre 'Salvo'

Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.
Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».Ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.
El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado.
Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos.
Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo.Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.Fuerte torre es el nombre de Jehová; a ella corre el justo y se siente seguro.
Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.Ellos dijeron: —Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.
Con su riqueza el rico pone a salvo su vida, pero al pobre no hay ni quien lo amenace.Las riquezas de un hombre pueden ser el rescate de su vida, pero el pobre no escucha amenazas.
Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza.Sáname, Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Si el pobre recurría a mí, yo lo ponía a salvo, y también al huérfano si no tenía quien lo ayudara. Me bendecían los desahuciados; ¡por mí gritaba de alegría el corazón de las viudas!Porque yo libraba al pobre que clamaba y al huérfano que carecía de ayudador. La bendición venía sobre mí del que estaba a punto de perderse, y al corazón de la viuda yo procuraba alegría.
Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias.Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias.
Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado.El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.
De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.Pues no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Versículo de la Biblia del día

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!

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Versículo de la Biblia al Azar

Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre
y no abandones la enseñanza de tu madre.
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