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Versículos de la Biblia sobre 'Será'

  • El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
  • El alma generosa será prosperada,
    y el que riega será también regado.
  • Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.
  • Porque nunca será sacudido;
    para siempre será recordado el justo.
  • Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
  • Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
  • Porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
  • Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado.
  • Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada.
  • La mano de los diligentes gobernará,
    pero la indolencia será sujeta a trabajos forzados.
  • Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.
  • Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
  • Sabe que así es la sabiduría para tu alma;
    si la hallas, entonces habrá un futuro,
    y tu esperanza no será cortada.
  • Allí habrá una calzada, un camino,
    y será llamado Camino de Santidad;
    el inmundo no transitará por él,
    sino que será para el que ande en ese camino;
    los necios no vagarán por él.
  • No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor, y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo.
  • Él que anda con sabios será sabio,
    mas el compañero de los necios sufrirá daño.
  • Será también el Señor baluarte para el oprimido,
    baluarte en tiempos de angustia.
  • Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.
  • Él que anda en integridad anda seguro,
    mas el que pervierte sus caminos será descubierto.
  • Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
  • Pongo mi arco en las nubes y será por señal del pacto entre yo y la tierra.
  • Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.
  • El orgullo del hombre lo humillará,
    pero el de espíritu humilde obtendrá honores.
  • Engañosa es la gracia y vana la belleza,
    pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada.
  • Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
  • Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.
  • Así será mi palabra que sale de mi boca,
    no volverá a mí vacía
    sin haber realizado lo que deseo,
    y logrado el propósito para el cual la envié.
  • Sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.
  • En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.
  • Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis.
  • Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
  • No seas sabio a tus propios ojos,
    teme al Señor y apártate del mal.
    Será medicina para tu cuerpo
    y refrigerio para tus huesos.
  • El sabio de corazón aceptará mandatos,
    mas el necio charlatán será derribado.
  • El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.
  • Porque el Señor ama la justicia,
    y no abandona a sus santos;
    ellos son preservados para siempre,
    pero la descendencia de los impíos será exterminada.
  • Abandone el impío su camino,
    y el hombre inicuo sus pensamientos,
    y vuélvase al Señor,
    que tendrá de él compasión,
    al Dios nuestro,
    que será amplio en perdonar.
  • El Señor redime el alma de sus siervos;
    y no será condenado ninguno de los que en Él se refugian.
  • Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
  • Por tanto, si os dicen: «Mirad, Él está en el desierto», no vayáis; o «Mirad, Él está en las habitaciones interiores», no les creáis. Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
  • La memoria del justo es bendita,
    pero el nombre del impío se pudrirá.
  • De todo lo que vive en el agua, estos podréis comer: todos los que tienen aletas y escamas, pero no comeréis nada que no tenga aletas ni escamas; será inmundo para vosotros.
  • Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
  • He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para burlarse de Él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará.
  • Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os será imposible.
  • Así será que cuando llegue a ser culpable de cualquiera de estas cosas, confesará aquello en que ha pecado.
  • Pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecían castigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán.
  • Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace.
  • Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis.
  • Bendito es el hombre que confía en el Señor,
    cuya confianza es el Señor.
    Será como árbol plantado junto al agua,
    que extiende sus raíces junto a la corriente;
    no temerá cuando venga el calor,
    y sus hojas estarán verdes;
    en año de sequía no se angustiará
    ni cesará de dar fruto.
  • Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca.