Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno. | Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová. |
No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca. | No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. |
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno. | Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha. |
¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos! | Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres. |
Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata. | Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. |
Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. | Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo. |
Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar. | Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. |
No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. | Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. |
¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? | ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? |
Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. | Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. |
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». | Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. |
Tú, en cambio, predica lo que está de acuerdo con la sana doctrina. | Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. |
Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará. | Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón. |
Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. | Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. |
Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno». | Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. |
Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. | Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. |
No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. | Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. |
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. | Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. |
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. | En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. |
En ti, Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame. | En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia. |
¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. | Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. |
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza. |
Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. | Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. |
Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos. | Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. |
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! | Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. |
Versículo de la Biblia del día
El necio desdeña la corrección de su padre;el que la acepta demuestra prudencia.