No se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. | No se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. |
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas? | No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? |
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Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque en Jehová, nuestro Dios, no hay injusticia ni acepción de personas ni admisión de cohecho. | Ahora pues, que el temor del Señor esté sobre vosotros; tened cuidado en lo que hacéis, porque con el Señor nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno. |
Mejor es lo poco con justicia que las muchas ganancias sin derecho. | Mejor es poco con justicia, que gran ganancia con injusticia. |
Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectos. Es un Dios de verdad y no hay maldad en él; es justo y recto. | ¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es Él. |
El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? | ¿No es este el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? |
Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. | Ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. |
Dijo Dios: «Sea la luz.» Y fue la luz. | Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. |
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. | Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. |
Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. | Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. |
El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y el honor. | El que sigue la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor. |
La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos. | Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. |
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. | Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. | La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira. |
Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. | Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. |
Él ama la justicia y el derecho; de la misericordia de Jehová está llena la tierra. | Él ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de la misericordia del Señor. |
Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración. | Gozándoos en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración. |
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. | Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos. |
La hierba se seca y se marchita la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. | Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. |
Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. | Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. |
Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión, yerra. | Por senda de vida va el que guarda la instrucción, mas el que abandona la reprensión se extravía. |
Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. | Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. |
Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. | Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada. |
No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo. | No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano. |
El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es un ignorante. | Él que ama la instrucción ama el conocimiento, pero el que odia la reprensión es torpe. |