De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.

Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos.
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
Versículo de la Biblia del día
Así que podemos decir con toda confianza:«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
Versículo de la Biblia al Azar
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!¡Alabado sea el Señor!Siguiente versículo!Con imagen