Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.