Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. | Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero solo si uno está satisfecho con lo que tiene. |
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. | Danos hoy nuestro pan cotidiano. |
|
¡Todo lo que respira alabe a Jah! ¡Aleluya! | ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! |
El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. | Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras». |
Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo. | El justo será siempre recordado; ciertamente nunca fracasará. |
Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. | Sean compasivos, así como su Padre es compasivo. |
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. | El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. |
Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. | El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal? |
¿Andará el hombre sobre brasas sin que se quemen sus pies? | ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? |
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. | Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. |
¿Pues qué, si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba primero? | ¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba? |
Solamente él es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. | Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector y no habré de caer. |
Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. | Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. |
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa. | Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. |
Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama. | Los labios del necio son causa de contienda; su boca incita a la riña. |
Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público. | Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. |
Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. | Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. |
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. | A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. |
Extendí mis manos hacia ti, mi alma te anhela como la tierra sedienta. Selah | Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah |
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. | Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. |
Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él. | Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. |
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. | Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. |
¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano! | Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. |
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor. | Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. |
Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres. | La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres. |