Versículos de la Biblia sobre 'Cabeza'
- Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
mi gloria, y el que levanta mi cabeza. - Pusieron sobre su cabeza su causa escrita: «Éste es Jesús, el rey de los judíos.»
- Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
- Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: —¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
- Sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
- Hay bendiciones sobre la cabeza del justo,
pero la boca de los malvados oculta violencia. - Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia,
y es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. - Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
- Este Jesús es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
- Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.
- ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios, pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
- Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá.
Jehová dio y Jehová quitó:
¡Bendito sea el nombre de Jehová!» - Lo desnudaron y le echaron encima un manto escarlata; pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: —¡Salve, rey de los judíos!
- ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre. Pues bien, aun vuestros cabellos están todos contados. Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
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