- Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
- El fin de todo el discurso que has oído es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
- Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan.
- Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
- Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
- La salvación es de Jehová.
¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! Selah - Gustad y ved que es bueno Jehová.
¡Bienaventurado el hombre que confía en él! - Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
- Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
- «Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.
- El hijo sabio alegra al padre,
pero el hijo necio es la tristeza de su madre. - Éste es el día que hizo Jehová;
¡nos gozaremos y alegraremos en él! - Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
- También tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: —Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
- Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
- Pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
- Jesús les respondió y dijo: —Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
- En las muchas palabras no falta pecado;
el que refrena sus labios es prudente. - Jesús le dijo: —Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
- Jehová es bueno,
fortaleza en el día de la angustia,
y conoce a los que en él confían. - De Jehová es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan. - El de labios mentirosos encubre el odio;
el que propaga la calumnia es un necio. - Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.
- Justo es Jehová en todos sus caminos
y misericordioso en todas sus obras. - Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.
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