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Versículos de la Biblia sobre 'Hecho'

  • Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
  • Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
  • Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas;
    sea conocido esto por toda la tierra.
  • Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
  • Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
  • Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.
  • Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
  • Solamente temed al Señor y servidle en verdad con todo vuestro corazón; pues habéis visto cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.
  • Nuestro Dios está en los cielos;
    Él hace lo que le place.
  • Oh Señor, tú eres mi Dios;
    te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre,
    porque has hecho maravillas,
    designios concebidos desde tiempos antiguos con toda fidelidad.
  • Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
  • Él ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.
  • Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.
  • Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho lo malo, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.
  • En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.
  • Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo.
  • Este es el día que el Señor ha hecho;
    regocijémonos y alegrémonos en él.
  • Por el camino de la sabiduría te he conducido,
    por sendas de rectitud te he guiado.
  • Mas yo en tu misericordia he confiado;
    mi corazón se regocijará en tu salvación.
    Cantaré al Señor,
    porque me ha colmado de bienes.
  • Y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen.
  • También esto procede del Señor de los ejércitos,
    que ha hecho maravilloso su consejo y grande su sabiduría.
  • El Señor Dios es mi fortaleza;
    Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
    y por las alturas me hace caminar.
  • Respondiendo Jesús, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no solo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: «Quítate y échate al mar», así sucederá.
  • Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.
  • Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.
  • ¿Quién lo ha hecho y lo ha realizado,
    llamando a las generaciones desde el principio?
    Yo, el Señor, soy el primero, y con los postreros soy.
  • Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
  • En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
  • Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo,
    y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré.
    Yo lo he hecho, y yo os cargaré;
    yo os sostendré, y yo os libraré.
  • Alégrate en el día de la prosperidad,
    y en el día de la adversidad considera:
    Dios ha hecho tanto el uno como el otro
    para que el hombre no descubra nada que suceda después de él.
  • Porque tú formaste mis entrañas;
    me hiciste en el seno de mi madre.
    Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho;
    maravillosas son tus obras,
    y mi alma lo sabe muy bien.
  • Lazo es para el hombre decir a la ligera: Es santo,
    y después de los votos investigar.
  • Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
  • Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.
  • Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
  • He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.
  • Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido.
  • Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
  • Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.
  • Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.
  • No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
  • Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.
  • ¡Ah, Señor Dios! He aquí, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada es imposible para ti.
  • Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.
  • Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.
  • Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.
  • El cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
  • Fue despreciado y desechado de los hombres,
    varón de dolores y experimentado en aflicción;
    y como uno de quien los hombres esconden el rostro,
    fue despreciado, y no le estimamos.
  • Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno según su conducta.
  • Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.