A él le toca crecer, y a mí menguar. | Es necesario que él crezca, y que yo disminuya. |
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. | Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. |
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Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor. | Guardad mis sábados y reverenciad mi santuario. Yo, Jehová. |
Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. | Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. |
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. | Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. |
Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? | Yo soy Jehová, Dios de todo ser viviente, ¿acaso hay algo que sea difícil para mí? |
Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. | Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. |
Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia. | Con mi alma te he deseado en la noche y, en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. |
De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. | El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. |
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. | Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. |
En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo. | Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. |
Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, —dice el Señor, que de ti se compadece—. | «Porque los montes se moverán y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia ni el pacto de mi paz se romperá», dice Jehová, el que tiene misericordia de ti. |
Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe. | Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. |
Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta. | Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. |
Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. | Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo. |
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. |
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él». | Y se oyó una voz de los cielos que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.» |
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. | Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. |
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor Todopoderoso—. | Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. |
Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. | Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. |
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. | Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma. |
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. | Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. |
Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. | Ahora, pues, dice Jehová, convertíos ahora a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. |
Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. | Vanidad y mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con el pan necesario. |
Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. | En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. |