Versículos de la Biblia sobre 'Mi'
- El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
- Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector
y no habré de caer. - Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios! - Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer! - Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu,
pero Dios fortalece mi corazón;
él es mi herencia eterna. - Clamé a él con mi boca;
lo alabé con mi lengua. - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias. - ¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador;
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite! - En mi angustia invoqué al Señor;
clamé a mi Dios,
y él me escuchó desde su templo;
¡mi clamor llegó a sus oídos! - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. - Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo;
tú eres mi gloria;
¡tú mantienes en alto mi cabeza! - El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme? - Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre. - Pero te confesé mi pecado,
y no te oculté mi maldad.
Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor»,
y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Selah - Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu. - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi esperanza. - Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.
- Cantaré al Señor toda mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. - Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará! - Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí.
- Cuando en mí la angustia iba en aumento,
tu consuelo llenaba mi alma de alegría. - Yo amo al Señor
porque él escucha mi voz suplicante.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida. - Aun cuando un ejército me asedie,
no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
yo mantendré la confianza. - Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta.