- Porque el Señor se deleita en su pueblo;
adornará de salvación a los afligidos. - Sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.
- Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: «Porque también nosotros somos linaje suyo».
- Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.
- Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
- Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios.
- ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
- Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.
- Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.
- Porque tú, oh Señor, bendices al justo,
como con un escudo lo rodeas de tu favor. - Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
- Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió.
- Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas;
sea conocido esto por toda la tierra. - Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
- Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra,
que te dice: «No temas, yo te ayudaré». - Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
- Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor. - Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios;
tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. - Fortaleceré la casa de Judá
y la casa de José salvaré,
y los haré volver
porque me he compadecido de ellos;
y serán como si no los hubiera rechazado,
porque yo soy el Señor su Dios, y les responderé. - Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
- Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre.
- Porque el que me halla, halla la vida,
y alcanza el favor del Señor. - Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
- Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
- Porque el Señor es nuestro juez,
el Señor es nuestro legislador,
el Señor es nuestro rey;
Él nos salvará.
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