- Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes. - Espera al Señor;
esfuérzate y aliéntese tu corazón.
Sí, espera al Señor. - El Señor es mi fuerza y mi escudo;
en Él confía mi corazón, y soy socorrido;
por tanto, mi corazón se regocija,
y le daré gracias con mi cántico. - El Señor dará fuerza a su pueblo;
el Señor bendecirá a su pueblo con paz. - Porque su ira es solo por un momento,
pero su favor es por toda una vida;
el llanto puede durar toda la noche,
pero a la mañana vendrá el grito de alegría. - En ti, oh Señor, me refugio;
jamás sea yo avergonzado;
líbrame en tu justicia. - Porque tú eres mi roca y mi fortaleza,
y por amor de tu nombre me conducirás y me guiarás. - En tu mano están mis años;
líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen. - Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;
sálvame en tu misericordia. - ¡Cuán grande es tu bondad,
que has guardado para los que te temen,
que has obrado para los que en ti se refugian,
delante de los hijos de los hombres! - Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón,
todos vosotros que esperáis en el Señor. - ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada,
cuyo pecado es cubierto! - Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió
con mi gemir durante todo el día. - Te manifesté mi pecado,
y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor;
y tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) - Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás;
con cánticos de liberación me rodearás. (Selah) - Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar;
te aconsejaré con mis ojos puestos en ti. - Porque la palabra del Señor es recta;
y toda su obra es hecha con fidelidad. - Él ama la justicia y el derecho;
llena está la tierra de la misericordia del Señor. - Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos,
y todo su ejército por el aliento de su boca. - Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que Él ha escogido como herencia para sí. - He aquí, los ojos del Señor están sobre los que le temen,
sobre los que esperan en su misericordia. - Sea sobre nosotros tu misericordia, oh Señor,
según hemos esperado en ti. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
continuamente estará su alabanza en mi boca. - Busqué al Señor, y Él me respondió,
y me libró de todos mis temores. - Este pobre clamó, y el Señor le oyó,
y lo salvó de todas sus angustias.
Temas relacionados
Bendición
El Señor te bendiga...
Confianza
Confía en el Señor...
Fiabilidad
Pero fiel es el...
Adoración
Oh Señor, tú eres...
Amor
El amor es paciente...
Dios
El Señor tu Dios...