El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. | El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. |
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. | No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. |
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. | En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. |
Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo que tienes delante. | Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. |
¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí! | Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. |
Pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Jehová, la sabes toda. | No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. |
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. | De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. |
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. | Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. |
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. | Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. |
Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. | Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. |
A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. | Cantaré al Señor toda mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. |
En mi angustia invoqué a Jehová y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su Templo y mi clamor llegó hasta sus oídos. | En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos! |
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. | Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. |
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. | Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. |
Jehová cumplirá su propósito en mí. Tu misericordia, Jehová, es para siempre; ¡no desampares la obra de tus manos! | El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! |
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo. | Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa. |
Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás. | Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. |
Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. | Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. |
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. | Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan. |
Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. | Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. |
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. | Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. |
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. | Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. |
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. | Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. |
Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación. | Porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación. |
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. | Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. |