- Así, pues, guardaréis mis mandamientos y los cumpliréis; yo soy el Señor.
- No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor.
- Me seréis, pues, santos, porque yo, el Señor, soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
- Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que el Señor ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo.
- Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor.
- Así será que cuando llegue a ser culpable de cualquiera de estas cosas, confesará aquello en que ha pecado.
- Si andáis en mis estatutos y guardáis mis mandamientos para ponerlos por obra, yo os daré lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto.
- Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis.
Temas relacionados
Ley
Y estas palabras que...
Obediencia
Jesús respondió, y le...
Pecado
¿O no sabéis que...
Sábado
Acuérdate del día de...
Dios
El Señor tu Dios...
Amor
El amor es paciente...