- Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.
- ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.
- Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
- ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?
- Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
- Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.»
- El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
- El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.
- Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.
- Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.