- Su señor le dijo: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor».
- Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.
- Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
- El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
- El Señor Dios es mi fortaleza;
Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
y por las alturas me hace caminar. - ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la silla de los escarnecedores. - Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti.
- La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
- Y haré de ellos y de los alrededores de mi collado una bendición. Haré descender lluvias a su tiempo; serán lluvias de bendición.
- Seréis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios.
- Dios nos bendice,
para que le teman todos los términos de la tierra. - No seas sabio a tus propios ojos,
teme al Señor y apártate del mal.
Será medicina para tu cuerpo
y refrigerio para tus huesos. - Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando Él en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.
- El Señor dará fuerza a su pueblo;
el Señor bendecirá a su pueblo con paz. - El que halla esposa halla algo bueno
y alcanza el favor del Señor. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
continuamente estará su alabanza en mi boca. - Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
- Porque el Señor se deleita en su pueblo;
adornará de salvación a los afligidos. - Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
- Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.
- La salvación es del Señor.
¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah) - Hay bendiciones sobre la cabeza del justo,
pero la boca de los impíos oculta violencia. - La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
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