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Versículos de la Biblia sobre 'Alguno'

  • Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.
  • De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
  • He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
  • Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
    no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
    tu vara y tu cayado me infunden aliento.
  • Sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.
  • Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.
  • Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
  • Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
  • Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
  • No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
  • Soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
  • Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios.
  • Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
  • Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana.
  • ¿Podrá alguno esconderse en escondites
    de modo que yo no lo vea? —declara el Señor.
    ¿No lleno yo los cielos y la tierra? —declara el Señor.
  • Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.
  • Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
  • Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
  • Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
  • Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.
  • Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
  • Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
  • Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
  • ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.
  • Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre,
    mas los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno.
  • Toda tú eres hermosa, amada mía,
    y no hay defecto en ti.
  • Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol los abatirá, ni calor alguno, pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.
  • Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.
  • No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.
  • Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.
  • Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
  • Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor;
    ningún bien tengo fuera de ti.
  • Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que el Señor ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo.
  • Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie.
  • ¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
  • Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis.
  • El que anda en integridad y obra justicia,
    que habla verdad en su corazón.
    El que no calumnia con su lengua,
    no hace mal a su prójimo,
    ni toma reproche contra su amigo.
  • Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
  • Porque las costumbres de los pueblos son vanidad;
    pues un leño del bosque es cortado,
    lo trabajan las manos de un artífice con la azuela;
    con plata y oro lo adornan,
    con clavos y martillos lo aseguran
    para que no se mueva.
    Como los espantapájaros de un pepinar,
    sus ídolos no hablan;
    tienen que ser transportados,
    porque no andan.
    No les tengáis miedo,
    porque no pueden hacer ningún mal,
    ni tampoco hacer bien alguno.
  • Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.
  • En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.
  • Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud,
    antes que vengan los días malos,
    y se acerquen los años en que digas:
    No tengo en ellos placer.
  • Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla?
  • Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
  • Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo,
    dos lo resistirán.
    Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
  • Aunque la higuera no eche brotes,
    ni haya fruto en las viñas;
    aunque falte el producto del olivo,
    y los campos no produzcan alimento;
    aunque falten las ovejas del aprisco,
    y no haya vacas en los establos,
    con todo yo me alegraré en el Señor,
    me regocijaré en el Dios de mi salvación.
  • Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras transgresiones.
  • Cuando un hombre es recién casado, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado.