- Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
- Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.
- La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
- Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos. - Dios hace habitar en familia a los desamparados;
saca a los cautivos a prosperidad;
mas los rebeldes habitan en tierra árida. - Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
- Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
- Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, sus testimonios y los estatutos que te ha mandado.
- El fin de todo el discurso que has oído es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
- Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
- Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
- Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
que anda en sus caminos. - Escudriñemos nuestros caminos, busquemos y volvámonos a Jehová.
- Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino. - ¿Con qué limpiará el joven su camino?
¡Con guardar tu palabra! - Y habrá allí calzada y camino,
el cual será llamado Camino de Santidad.
No pasará por allí ningún impuro,
sino que él mismo estará con ellos.
El que ande por este camino,
por torpe que sea, no se extraviará. - Mas él conoce mi camino:
si me prueba, saldré como el oro.
Mis pies han seguido sus pisadas;
permanecí en su camino, sin apartarme de él. - Pero tú, Belén Efrata,
tan pequeña entre las familias de Judá,
de ti ha de salir el que será Señor en Israel;
sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos,
a los días de la eternidad. - Justo es Jehová en todos sus caminos
y misericordioso en todas sus obras. - Hijo mío, no te olvides de mi Ley,
y que tu corazón guarde mis mandamientos,
porque muchos días y años de vida
y de paz te aumentarán. - El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
- Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová, nuestro Dios, como él nos ha mandado.
- El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
- A Jehová, vuestro Dios, seguiréis y a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis y a él le seréis fieles.
- Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos actuado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.
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