- Hasta que desde lo alto
el Espíritu sea derramado sobre nosotros.
Entonces el desierto se volverá un campo fértil,
y el campo fértil se convertirá en bosque. - Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí.
- Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
- Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
- Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
- Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
- Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.
- Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.
- Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.
- Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre
y no abandones la enseñanza de tu madre. - Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
- Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.
- Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.
- Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.
- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno.
- Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.
- Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
- Nadie es santo como el Señor;
no hay roca como nuestro Dios.
¡No hay nadie como él! - ¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
- La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
- El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio.
- No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.
Versículo de la Biblia del día
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.Versículo de la Biblia al Azar
¿Por qué voy a inquietarme?¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza,
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios!Siguiente versículo!Con imagen