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Versículos de la Biblia sobre 'Los ojos'

  • Los ojos de Jehová están sobre los justos,
    Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
  • Jehová abre los ojos a los ciegos;
    Jehová levanta a los caídos;
    Jehová ama a los justos.
  • Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
    El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
  • Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.
  • Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
  • Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
  • Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
    Y sus oídos atentos a sus oraciones;
    Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
  • Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
  • Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
  • Hice pacto con mis ojos;
    ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
  • Alzaré mis ojos a los montes;
    ¿De dónde vendrá mi socorro?
    Mi socorro viene de Jehová,
    Que hizo los cielos y la tierra.
  • Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
    Atalas a tu cuello,
    Escríbelas en la tabla de tu corazón;
    Y hallarás gracia y buena opinión
    Ante los ojos de Dios y de los hombres.
  • Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
  • Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
  • Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
  • Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.
  • Tus ojos miren lo recto,
    Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
  • Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
    Sobre ti fijaré mis ojos.
  • Porque a mis ojos fuiste de gran estima,
    fuiste honorable, y yo te amé;
    daré, pues, hombres por ti,
    y naciones por tu vida.
  • Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
  • Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.
  • Lavaos y limpiaos;
    quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;
    dejad de hacer lo malo.
  • Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
  • Porque mil años delante de tus ojos
    Son como el día de ayer, que pasó,
    Y como una de las vigilias de la noche.
  • Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
  • ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
    Porque se harán alas
    Como alas de águila, y volarán al cielo.
  • He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
    Sobre los que esperan en su misericordia.
  • Hijo mío, está atento a mis palabras;
    Inclina tu oído a mis razones.
    No se aparten de tus ojos;
    Guárdalas en medio de tu corazón.
  • Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
  • Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
  • Mas yo a Jehová miraré,
    esperaré al Dios de mi salvación;
    el Dios mío me oirá.
  • Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
  • Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
  • He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
  • Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
    Pero Jehová pesa los corazones.
  • ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
  • Corona de los viejos son los nietos,
    Y la honra de los hijos, sus padres.
  • La integridad de los rectos los encaminará;
    Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
  • Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
  • Envió su palabra, y los sanó,
    Y los libró de su ruina.
  • Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
  • No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
  • Claman los justos, y Jehová oye,
    Y los libra de todas sus angustias.
    Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
    Y salva a los contritos de espíritu.
  • !!Cuán grande es tu bondad,
    que has guardado para los que te temen,
    Que has mostrado a los que esperan en ti,
    delante de los hijos de los hombres!
  • Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
    El guarda las almas de sus santos;
    De mano de los impíos los libra.
  • No seas sabio en tu propia opinión;
    Teme a Jehová, y apártate del mal;
    Porque será medicina a tu cuerpo,
    Y refrigerio para tus huesos.
  • Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
  • Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Dios hace habitar en familia a los desamparados;
    Saca a los cautivos a prosperidad;
    Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
  • Los labios del necio traen contienda;
    Y su boca los azotes llama.