Versículos de la Biblia sobre 'Mucho'
- Pero el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco, porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará, y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
- En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.
- Solamente él es mi roca y mi salvación;
es mi refugio, no resbalaré mucho. - El que guarda su boca guarda su vida,
pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. - Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
- Mucho se alegrará el padre del justo,
y el que engendra a un sabio se gozará con él. - Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
- Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
- Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
- Porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
- Pues en la mucha sabiduría hay mucho sufrimiento;
y quien añade ciencia, añade dolor. - ¡Alégrate mucho, hija de Sión!
¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén!
Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador,
pero humilde, cabalgando sobre un asno,
sobre un pollino hijo de asna. - Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; que ni tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?
- En las muchas palabras no falta pecado;
el que refrena sus labios es prudente. - Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
- Mejor es lo poco con justicia
que las muchas ganancias sin derecho. - Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas. - Si no conviene al necio el lenguaje elocuente,
¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso! - Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo.
- Bienaventurado el hombre que teme a Jehová
y en sus mandamientos se deleita en gran manera. - El que ama el dinero no se saciará de dinero;
y el que ama la riqueza no sacará fruto.
También esto es vanidad. - Todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende de palabra, es una persona perfecta, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
- Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente.
- Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
- De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
- Guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová, tu Dios, te da para siempre.
- Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
- En gran manera me gozaré en Jehová,
mi alma se alegrará en mi Dios,
porque me vistió con vestiduras de salvación,
me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió
y como a novia adornada con sus joyas. - En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.”
- Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible adorno de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
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Versículo de la Biblia del día
Guarda tu lengua del maly tus labios de hablar engaño.
