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Versículos de la Biblia sobre 'Obra'

  • Sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros.
    La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
    sí, la obra de nuestras manos confirma.
  • Porque recta es la palabra de Jehová
    y toda su obra es hecha con fidelidad.
  • Entonces bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
  • Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
  • Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.
  • Ahora bien, Jehová, tú eres nuestro padre;
    nosotros somos el barro y tú el alfarero.
    Así que obra de tus manos somos todos nosotros.
  • Jehová cumplirá su propósito en mí.
    Tu misericordia, Jehová, es para siempre;
    ¡no desampares la obra de tus manos!
  • ¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
  • Y tuya, Señor, es la misericordia,
    pues tú pagas a cada uno
    conforme a su obra.
  • Pues donde hay celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa.
  • El malvado obra con falsedad;
    el que siembra justicia obtendrá firme galardón.
  • Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
  • Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
  • Los cielos cuentan la gloria de Dios
    y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
    Un día emite palabra a otro día
    y una noche a otra noche declara sabiduría.
  • Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra.
  • Así como tú no sabes cuál es el camino del viento ni cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así también ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
  • Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
  • Ministrando estos al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.»
  • Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin.
  • Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
    porque todos sus caminos son rectos.
    Es un Dios de verdad y no hay maldad en él;
    es justo y recto.
  • Si no se ejecuta enseguida la sentencia para castigar una mala obra, el corazón de los hijos de los hombres se dispone a hacer lo malo.
  • Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
  • ¡Ay del que, no siendo más que un tiesto
    como cualquier tiesto de la tierra,
    pleitea con su Hacedor!
    ¿Dirá el barro al que lo modela: “¿Qué haces?”,
    o: “Tu obra, ¿no tiene manos?”?
  • Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndolos aún.
  • Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.
  • Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová, nuestro Dios, como él nos ha mandado.
  • Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los ponéis por obra, yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto.
  • He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
  • Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad
    sobre los que lo temen,
    y su justicia sobre los hijos de los hijos,
    sobre los que guardan su pacto
    y los que se acuerdan de sus mandamientos
    para ponerlos por obra.
  • Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo, Jehová.
  • Yo soy Jehová, vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y ponedlos por obra. Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios.
  • Buscad a Jehová
    todos los humildes de la tierra,
    los que pusisteis por obra su juicio;
    buscad justicia, buscad mansedumbre;
    quizá seréis guardados
    en el día del enojo de Jehová.
  • Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó.
  • Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
  • Guardarás el sábado para santificarlo, como Jehová, tu Dios, te ha mandado. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios. Ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que tu siervo y tu sierva puedan descansar como tú.
  • Acontecerá que si oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
  • Llevaréis esos flecos para que cuando los veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová. Así los pondréis por obra y no seguiréis los apetitos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que han hecho que os prostituyáis.
  • Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
  • Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
  • En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto el uno como el otro, a fin de que el hombre no sepa qué trae el futuro.
  • Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
  • El que anda en integridad y hace justicia;
    el que habla verdad en su corazón;
    el que no calumnia con su lengua
    ni hace mal a su prójimo
    ni admite reproche alguno contra su vecino.
  • El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando comprometida María, su madre, con José, antes que vivieran juntos se halló que había concebido del Espíritu Santo.
  • Porque las costumbres de los pueblos son vanidad:
    cortan un leño del bosque,
    luego lo labra el artífice con su cincel,
    con plata y oro lo adornan
    y con clavos y martillo lo afirman
    para que no se mueva.
    Derechos están como una palmera, pero no hablan;
    son llevados, porque no pueden andar.
    No tengáis temor de ellos,
    porque ni pueden hacer mal
    ni tienen poder para hacer bien.