Versículos de la Biblia sobre 'Para la gloria de dios'
- Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
- Jesús le dijo: —¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?
- Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría. - Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
- A ellos, Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria.
- ¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz
y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti! - Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
- ¡Ayúdanos, Dios de nuestra salvación,
por la gloria de tu nombre!
¡Líbranos y perdona nuestros pecados
por amor de tu nombre! - Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.
- Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
- Que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
- Porque de él, por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
- ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Es Jehová de los ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah - ¡Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz,
buena voluntad para con los hombres! - ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos!
¡Sobre toda la tierra sea tu gloria! - Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Exaltado seas, Dios, sobre los cielos,
y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. - Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;
y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre. - Sea llena mi boca de tu alabanza,
de tu gloria todo el día. - Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.
- Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
- En Dios está mi salvación y mi gloria;
en Dios está mi roca fuerte y mi refugio. - Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
mi gloria, y el que levanta mi cabeza. - No nos metas en tentación,
sino líbranos del mal,
porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria,
por todos los siglos. Amén. - Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo esté, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo.
- Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el dar grandeza y poder a todos.
- Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
- Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
- Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu,
visto de los ángeles,
predicado a los gentiles,
creído en el mundo,
recibido arriba en gloria. - Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
- Pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.
- Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
- Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
- Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor.
- Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- A todo lo creado que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí decir: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.»
- Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.
- Tuya es, Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
- Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
- Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
- Toda palabra de Dios es limpia;
él es escudo para los que en él esperan. - Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.
- Pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
- Pero el que se gloría, gloríese en el Señor. No es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
- Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
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