- Antes que los montes fueran engendrados,
y nacieran la tierra y el mundo,
desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. - Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.
- Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que en él habitan. - Defended al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso. - Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
- Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís.
- Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.
- A la viuda y al huérfano no afligiréis. Si lo afliges y él clama a mí, ciertamente yo escucharé su clamor, y se encenderá mi ira y os mataré a espada, y vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
- Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica.
- Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os anunciamos: Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna.
- Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará vuestra sementera y aumentará la siega de vuestra justicia.
- Pues
El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala. - Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.
- Mas serviréis al Señor vuestro Dios, y Él bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré las enfermedades de en medio de ti.
- Y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
- Sáname, oh Señor, y seré sanado;
sálvame y seré salvo,
porque tú eres mi alabanza. - Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete.
- Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
- Te exaltaré mi Dios, oh Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. - Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.
- Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
- En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
- Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas.
- Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
- Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
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