La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos. | Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. |
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca. | El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca. |
|
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. | No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. |
El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. | Él que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina. |
No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición. | No devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. |
La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. | La lengua apacible es árbol de vida, mas la perversidad en ella quebranta el espíritu. |
Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. | Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. |
Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente. | Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, por prudente. |
En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente. | En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. |
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. | Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira. |
Abre tu boca en favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. | Abre tu boca por los mudos, por los derechos de todos los desdichados. |
El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es! | El hombre se alegra con la respuesta adecuada, y una palabra a tiempo, ¡cuán agradable es! |
La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. | La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira. |
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. | Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. |
Todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende de palabra, es una persona perfecta, capaz también de refrenar todo el cuerpo. | Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. |
Las palabras del sabio están llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. | Llenas de gracia son las palabras de la boca del sabio, mientras que los labios del necio a él consumen. |
El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda íntegro. | Él que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas. |
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. | De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. |
Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. | Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día. |
Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has ganado a tu hermano. | Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. |
Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. | Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas. |
Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. | Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona. |
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. | Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. |
Los pensamientos se frustran donde falta el consejo, pero se afirman con los muchos consejeros. | Sin consulta, los planes se frustran, pero con muchos consejeros, triunfan. |
De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. | Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. |