- Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
- No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir.
- Me he gozado en el camino de tus testimonios
más que de toda riqueza. - El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
¡su loor permanece para siempre! - Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
porque con ellos me has vivificado. - Aquel, pues, que os da el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?
- Nosotros —judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles—, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado.
- Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos. - No añadiréis a la palabra que yo os mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, que yo os ordeno.
- Finalmente, si una persona peca, o hace alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable y llevará su pecado.
- Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
- Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo, Jehová.
- No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque Jehová no considerará inocente al que tome su nombre en vano.
- No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo.
- Inclina mi corazón a tus testimonios
y no a la avaricia. - Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el pecado es infracción de la Ley.
- Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.
- La suma de tu palabra es verdad,
y eterno es todo juicio de tu justicia. - Yo soy Jehová, vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y ponedlos por obra. Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios.
- El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
- Y andaré en libertad,
porque busqué tus mandamientos. - Hijo mío, no te olvides de mi Ley,
y que tu corazón guarde mis mandamientos,
porque muchos días y años de vida
y de paz te aumentarán. - Entonces Jehová dijo a Moisés: —Sube a mí al monte y espera allá, y te daré tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para enseñarles.
- Te alabaré con rectitud de corazón
cuando aprenda tus justos juicios. - Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
porque son el gozo de mi corazón.
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