No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. | No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. |
¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas. | ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y vuelan al cielo. |
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Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará. | Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón. |
El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se solaza en él. | Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra a un sabio se gozará con él. |