- No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal. - Guarda las sendas del juicio,
y preserva el camino de sus santos. - Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
- Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.
- La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- Como salió del vientre de su madre, desnudo,
así volverá, yéndose tal como vino;
nada saca del fruto de su trabajo
que pueda llevarse en la mano. - Hay bendiciones sobre la cabeza del justo,
pero la boca de los impíos oculta violencia. - Como está de lejos el oriente del occidente,
así alejó de nosotros nuestras transgresiones. - Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos,
y penetran hasta el fondo de las entrañas. - El rico domina a los pobres,
y el deudor es esclavo del acreedor. - Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Nuestro socorro está en el nombre del Señor,
que hizo los cielos y la tierra. - El padre del justo se regocijará en gran manera,
y el que engendra un sabio se alegrará en él. - Para el abatido, debe haber compasión de parte de su amigo;
no sea que abandone el temor del Todopoderoso. - Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.
- La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo.
- Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado.
- Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
- Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
- Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
- Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
- Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.
- Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre.
- Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.
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