No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien. | No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal. |
Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos. | Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. |
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Que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. | Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela. |
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. | No devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. |
Que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños. | Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. |
Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno, eviten toda clase de mal. | Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal. |
En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga.» | Pues El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. |
El rostro del Señor está contra los que hacen el mal, para borrar de la tierra su memoria. | El rostro del Señor está contra los que hacen mal, para cortar de la tierra su memoria. |
Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. | Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. |
Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado. | Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino; entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. |
En los que fraguan el mal habita el engaño, pero hay gozo para los que promueven la paz. | Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. |
El Señor ama a los que odian el mal; él protege la vida de sus fieles, y los libra de manos de los impíos. | Los que amáis al Señor, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; los libra de la mano de los impíos. |
Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso. | El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco. |
Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. | Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. |
El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. | El Señor te protegerá de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. |
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! | Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal. |
El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. | El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno. |
Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. | Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. |
No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser. | No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal. Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. |
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. | Él que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño. |
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. | Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. |
El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece. | La fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta. |
No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad. | No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. |
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca. | El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca. |
Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad; que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino. | El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo. |