- Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza. - La hierba se seca y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre. - Los chismes son deliciosos manjares;
penetran hasta lo más íntimo del ser. - Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
ni a otro Salvador que no sea yo. - Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará?
¡Es más valiosa que las piedras preciosas! - El ayuno que he escogido,
¿no es más bien romper las cadenas de injusticia
y desatar las correas del yugo,
poner en libertad a los oprimidos
y romper toda atadura? - Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- Es muy grato dar la respuesta adecuada,
y más grato aún cuando es oportuna. - Trampa es consagrar algo sin pensarlo
y más tarde reconsiderar lo prometido. - Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: —No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada.
- ¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
- Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.
- Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!
- Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios
y cánticos de gratitud.
Cumpliré las promesas que te hice.
¡La salvación viene del Señor! - Ten compasión de mí, oh Dios,
conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad,
borra mis transgresiones.
Lávame de toda mi maldad
y límpiame de mi pecado. - Más vale tener poco, con temor del Señor,
que muchas riquezas con grandes angustias. - La memoria de los justos es una bendición,
pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. - Estos confían en sus carros de guerra,
aquellos confían en sus corceles,
pero nosotros confiamos en el nombre
del Señor nuestro Dios. - Plata refinada es la lengua del justo;
el corazón del malvado no vale nada. - No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
- De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.
- Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
- Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará! - El futuro de los justos es halagüeño;
la esperanza de los malvados se desvanece. - Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
