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Versículos de la Biblia sobre 'Peca'

  • Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte que se arrepiente, perdónalo.
  • Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —afirmó Jesús—.
  • Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
  • Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.
  • Si alguien peca involuntariamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.
  • El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo.
  • No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.
  • Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—.
  • ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así.
  • Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo.
  • Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
  • En mi corazón atesoro tus dichos
    para no pecar contra ti.
  • Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
  • El aguijón de la muerte es el pecado y el poder del pecado es la Ley.
  • Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes, los indecisos, purifiquen su corazón!
  • Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley.
  • Bueno y justo es el Señor;
    por eso les muestra a los pecadores el camino.
    Él dirige en la justicia a los humildes,
    y les enseña su camino.
  • Dichoso es quien
    no sigue el consejo de los malvados,
    ni se detiene en la senda de los pecadores,
    ni se sienta en la reunión de los burladores.
  • Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron hechos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán hechos justos.
  • Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
  • Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
  • Yo perdonaré sus iniquidades
    y nunca más me acordaré de sus pecados.
  • En efecto, si hemos estado unidos con él en una muerte como la suya, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.
  • Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
  • Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
  • No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores y ser crucificado, pero al tercer día resucitará”.
  • Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios.
  • Todos los que han pecado sin conocer la Ley también perecerán sin la Ley; y todos los que han pecado conociendo la Ley por la Ley serán juzgados.
  • Pero te confesé mi pecado
    y no te oculté mi maldad.
    Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor».
    Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah
  • Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.
  • Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
  • Dichoso aquel
    a quien se le perdonan sus transgresiones,
    cuyos pecados son cubiertos.
  • Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre.
  • Pero precisamente por eso Dios fue misericordioso conmigo, a fin de que en mí, el peor de los pecadores, pudiera Cristo Jesús mostrar su paciencia infinita. Así llego a servir de ejemplo para los que, creyendo en él, recibirán la vida eterna.
  • ¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?
  • Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre muchísimos pecados.
  • Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
  • En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”.
  • La justicia enaltece a una nación,
    pero el pecado deshonra a todos los pueblos.
  • Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno.
  • Si alguien resulta culpable de alguna de estas cosas, deberá reconocer que ha pecado.
  • También Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos. Aparecerá por segunda vez ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan.
  • Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
  • Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia el perdón de los pecados. Ustedes no pudieron ser justificados de esos pecados por la Ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús.
  • Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades y el pecado no será piedra de tropiezo.
  • Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.
  • Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.
  • Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios; para vergüenza de ustedes lo digo.
  • En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de su gracia.
  • Quien encubre su pecado jamás prospera;
    quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.