Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. | Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. |
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. | Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. |
|
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. | Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. |
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. | Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. |
Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! | Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! |
Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. | Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. |
El Señor protege a los extranjeros, sostiene al huérfano y a la viuda, pero trastorna el camino de los impíos. | El Señor protege al extranjero y sostiene al huérfano y a la viuda, pero frustra los planes de los impíos. |
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. | Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. |
Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. | Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: —No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada. |
Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada. | Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. |
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. | Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría. |
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. | El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. |
Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. | Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. |
El hombre de muchos amigos se arruina, pero hay amigo más unido que un hermano. | Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano. |
Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo, pero a la gloria precede la humildad. | Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad. |
Habéis oído que se dijo: «No cometerás adulterio». Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. | Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. |
Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. | Por eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. |
Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. | Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan. |
La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. | Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada. |
La esperanza de los justos es alegría, pero la expectación de los impíos perecerá. | El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece. |
Él que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas. | La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta. |
Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras. | Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú. |
Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. | Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. |
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. | Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio la salvará. |
Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. | Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. |