Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. | La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. |
Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Juicio verdadero juzgad, y misericordia y compasión practicad cada uno con su hermano. «No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni traméis el mal en vuestros corazones unos contra otros». | Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. |
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. | Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. |
Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón también se me alegrará. | Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón. |
Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. | Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. |
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. | Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. |
Sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. | El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. |
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. | Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. |
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. | No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. |
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. |
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos días y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócritas, ¿no desata cada uno de vosotros su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber? Y esta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo? Y al decir Él esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por Él. | Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él. |
En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti. | En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. |
Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos. | Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo. |
El Señor es mi fuerza y mi escudo; en Él confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico. | Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. |
Alabaré al Señor con todo mi corazón. Todas tus maravillas contaré. | Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. |
Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón. | Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. |
Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta. | Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. |
Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor. | Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. |
Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. | Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. |
Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios. | Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. |
Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón. | El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. |
El necio no se deleita en la prudencia, sino solo en revelar su corazón. | No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra. |
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. | Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. |
Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el Señor. | Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón. |
Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. | Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. |
Temas relacionados
Corazón
Con toda diligencia guarda...
Adoración
Oh Señor, tú eres...
Alabanza
Oh Señor, tú eres...
Ley
Y estas palabras que...
Gratitud
Estad siempre gozosos; orad...
Confianza
Confía en el Señor...
Versículo de la Biblia del día
El necio rechaza la disciplina de su padre,mas el que acepta la reprensión es prudente.