- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer! - Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.
- Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
- ¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
- Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae
y no tiene quien lo levante! - Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
- Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. - Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió.
- El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto».
Amén. ¡Ven, Señor Jesús! - Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
- Al necio no le complace el discernimiento;
tan solo hace alarde de su propia opinión. - Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús.
- Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—.
- Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.
- Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
- Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.
- ¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
- Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.
- Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza. - Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
- Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.
- He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.
- De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
- El orgullo solo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.
Versículo de la Biblia del día
Yo les perdonaré sus iniquidades,y nunca más me acordaré de sus pecados.