Versículos de la Biblia sobre 'Tú eres mi Dios'
- Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. - Jehová, tú eres mi Dios;
te exaltaré, alabaré tu nombre,
porque has hecho maravillas;
tus consejos antiguos
son verdad y firmeza. - Porque tú eres mi roca y mi castillo;
Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. - Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de ti. - Sáname, oh Jehová, y seré sano;
sálvame, y seré salvo;
porque tú eres mi alabanza. - Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah - Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
- Mi escondedero y mi escudo eres tú;
En tu palabra he esperado. - Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día. - Toda tú eres hermosa, amiga mía,
Y en ti no hay mancha. - Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. - Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. - Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas. - El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
- Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
- Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
- Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan. - Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
- Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
- Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. - Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?
- Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. - ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
- A Jehová cantaré en mi vida;
A mi Dios cantaré salmos mientras viva. - Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
- Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
- Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
- En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. - El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón. - Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
- Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
- El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré. - En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. - Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
- Mas yo soy Jehová tu Dios
desde la tierra de Egipto;
no conocerás, pues, otro dios fuera de mí,
ni otro salvador sino a mí. - Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad. - Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día. - Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
- Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
- Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
- Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? - Porque a mis ojos fuiste de gran estima,
fuiste honorable, y yo te amé;
daré, pues, hombres por ti,
y naciones por tu vida. - Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
- En gran manera me gozaré en Jehová,
mi alma se alegrará en mi Dios;
porque me vistió con vestiduras de salvación,
me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió,
y como a novia adornada con sus joyas. - Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre. - Pero yo cantaré de tu poder,
Y alabaré de mañana tu misericordia;
Porque has sido mi amparo
Y refugio en el día de mi angustia. - Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
- Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. - Mas yo a Jehová miraré,
esperaré al Dios de mi salvación;
el Dios mío me oirá.
Temas relacionados
Adoración
Jehová, tú eres mi...
Dios
Jehová está en medio...
Protección
Vestíos de toda la...
Alabanza
Jehová, tú eres mi...
Salvación
Y en ningún otro...
Dependencia
Porque yo Jehová soy...