Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. | Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes. |
Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. | Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas. |
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El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. | El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez. |
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. | La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. |
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. | El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.» |
Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones. | A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones. |
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. | Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. |
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. | Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. |
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. | El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor. |
Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. | Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno, eviten toda clase de mal. |
La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. | La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. |
Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. | Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible. |
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. | Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! |
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. | ¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. |
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. | Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. |
Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. | Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén. |
!!Ay del que pleitea con su Hacedor! !!el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos? | ¡Ay del que contiende con su Hacedor! ¡Ay del que no es más que un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso el barro le reclama al alfarero: «¡Fíjate en lo que haces! ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»? |
!!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! | ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! |
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia. | Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. |
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca. | Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. |
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie. | Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. |
Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. | Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche. |
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. | De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús. |
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. | Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. |
Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo. | Quiero que lo sepan para que cobren ánimo, permanezcan unidos por amor, y tengan toda la riqueza que proviene de la convicción y del entendimiento. Así conocerán el misterio de Dios, es decir, a Cristo. |