- El hijo sabio alegra al padre,
pero el hijo necio es tristeza para su madre. - No convienen al necio las palabras elocuentes;
mucho menos al príncipe los labios mentirosos. - Quien es sabio, que entienda estas cosas;
quien es prudente, que las comprenda.
Porque rectos son los caminos del Señor,
y los justos andarán por ellos;
pero los transgresores tropezarán en ellos.
Temas relacionados
Entendimiento
Clama a mí, y...
Mente
Poned la mira en...
Hablar
Muerte y vida están...
Vida
El Señor te protegerá...
Palabra de Dios
Toda Escritura es inspirada...
Cólera
Airaos, pero no pequéis...