- Los cielos cuentan la gloria de Dios;
la expansión proclama la obra de sus manos.
Un día transmite el mensaje al otro día;
una noche a la otra comparte sabiduría. - La Ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Los preceptos del Señor son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
da luz a los ojos. - Sean, pues, aceptables ante ti
mis palabras y mis meditaciones
oh Señor, mi roca y mi redentor.






