- Por lo tanto, no debemos dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio.
 - Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
 - Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos.
 - Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
 - Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno, eviten toda clase de mal.
 - El que los llama es fiel y así lo hará.
 






