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Versículos de la Biblia sobre 'Esto'

  • Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.
  • Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
  • Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
  • De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
  • Al oír Él esto, dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
  • Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas;
    sea conocido esto por toda la tierra.
  • Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica.
  • Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal.
  • En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
  • Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
  • También esto procede del Señor de los ejércitos,
    que ha hecho maravilloso su consejo y grande su sabiduría.
  • En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.
  • Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.
  • En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
  • Él que ama el dinero no se saciará de dinero,
    y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias.
    También esto es vanidad.
  • Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo.
  • Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
  • Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
  • La conclusión, cuando todo se ha oído, es esta:
    teme a Dios y guarda sus mandamientos,
    porque esto concierne a toda persona.
  • Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
  • En esto conocemos el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
  • Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.
  • Pero esto digo: Él que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.
  • Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.
  • Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
  • Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
  • Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
  • Y fue para esto que Él os llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
  • Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
  • En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él.
  • Y he visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.
  • Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
  • En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
  • No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos?
    Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
  • El que guarda sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
  • Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza.
  • Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
  • Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.
  • Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban.
  • Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
  • Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: «Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien».
  • Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento.
  • Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: He aquí, la virgen concebirá y dara a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.
  • Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna.
  • Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante la resurrección de Jesucristo.
  • Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
  • Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
  • Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo.
  • Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas.
  • Y Él os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.