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Versículos de la Biblia sobre 'Fortaleza'

  • Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza,
    nuestra segura ayuda en momentos de angustia.
  • Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
    dirígeme por amor a tu nombre.
  • Bueno es el Señor;
    es refugio en el día de la angustia
    y conoce a los que en él confían.
  • El camino del Señor es refugio de los íntegros
    y ruina de los malhechores.
  • ¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
    El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador;
    es mi Dios, la roca en que me refugio.
    Es mi escudo, el poder que me salva,
    ¡mi más alto escondite!
  • El que habita al abrigo del Altísimo
    descansará a la sombra del Todopoderoso.
    Yo digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
    mi fortaleza, el Dios en quien confío».
  • El Señor y Dios es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas.
  • El Señor es mi luz y mi salvación;
    ¿a quién temeré?
    El Señor es el baluarte de mi vida;
    ¿quién me asustará?
  • Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es su fortaleza».
  • El Señor es mi fuerza y mi escudo;
    mi corazón en él confía;
    de él recibo ayuda.
    Mi corazón salta de alegría,
    y con cánticos le daré gracias.
  • ¡Busquen al Señor y su fuerza;
    anhelen siempre su rostro!
  • ¡Busquen al Señor y su fuerza;
    anhelen siempre su rostro!
  • Dios es mi salvación y mi gloria;
    es la roca que me fortalece;
    mi refugio está en Dios.
  • Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón,
    pero Dios es la roca de mi corazón;
    él es mi herencia eterna.
  • De ti proceden la riqueza y el honor;
    tú lo gobiernas todo.
    En tus manos están la fuerza y el poder;
    y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
  • Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor e iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.