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Pues (4/4)

  • Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque en Jehová, nuestro Dios, no hay injusticia ni acepción de personas ni admisión de cohecho.
  • Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!»
  • A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.
  • No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la Ley.
  • Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe.
  • Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones.
  • Acerca, pues, de los alimentos que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.
  • Vosotros, pues, oraréis así:
    “Padre nuestro que estás en los cielos,
    santificado sea tu nombre.
    Venga tu Reino.
    Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
  • Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
  • A uno que prevalece contra otro, dos lo resisten, pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
  • Pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
  • Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
  • Pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
  • A ti, Dios de mis padres,
    te doy gracias y te alabo,
    porque me has dado sabiduría y fuerza,
    y ahora me has revelado lo que te pedimos,
    pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
  • Pues escrito está:
    «Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
    y toda lengua confesará a Dios.»
  • No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
  • Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
  • Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios”, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
  • Pues no se apoderaron de la tierra por su espada,
    ni su brazo los libró;
    sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro,
    porque te complaciste en ellos.
  • ¡Volveos a mi reprensión!,
    pues ciertamente yo derramaré mi espíritu sobre vosotros
    y os haré saber mis palabras.
  • ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
  • ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
  • Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá».
  • Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.»
  • Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
    porque con ellos me has vivificado.

Versículo de la Biblia del día

Respondiendo, les decía: —El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

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Versículo de la Biblia al Azar

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.Siguiente versículo!Con imagen

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