- Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
- Soy yo mismo el que los consuela.
¿Quién eres tú, que temes a los hombres,
a simples mortales, que no son más que hierba? - El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.
- Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
- Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.
- Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.
- ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.
- Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.
- No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida. - Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.
- El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.
- Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.
- Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí.
- ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
¡Alabado sea el Señor! - Dichoso el que halla sabiduría,
el que adquiere inteligencia. - Les aseguro que, si alguno le dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.
- Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.
- De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios.
- Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
- Yo sé que mi redentor vive,
y que al final triunfará sobre la muerte. - Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
- Me di a conocer a los que no preguntaban por mí;
dejé que me hallaran los que no me buscaban.
A una nación que no invocaba mi nombre,
le dije: “¡Aquí estoy!” - Pero el Señor cuida de los que le temen,
de los que esperan en su gran amor. - Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Versículo de la Biblia del día
¿Quién es este Rey de la gloria?Es el Señor Todopoderoso;
¡él es el Rey de la gloria! Selah