- Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Pon la mirada en lo que tienes delante;
fija la vista en lo que está frente a ti. - Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
- El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
- No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
- Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado.
- No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
- Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.
- Así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos. - Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado.
- Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
- Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.
- Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.
- ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio.
- El que recibe en mi nombre a este niño —les dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante.
- ¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
- El que ama la disciplina ama el conocimiento,
pero el que la aborrece es un necio. - El que adquiere cordura a sí mismo se ama,
y el que retiene el discernimiento prospera. - No hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.
- El que perdona la ofensa cultiva el amor;
el que insiste en la ofensa divide a los amigos. - Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
- Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.
- Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—.
- Hay amigos que llevan a la ruina,
y hay amigos más fieles que un hermano.
Versículo de la Biblia del día
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!¡Alabado sea el Señor!
Versículo de la Biblia al Azar
Cuando en mí la angustia iba en aumento,tu consuelo llenaba mi alma de alegría.Siguiente versículo!Con imagen