Versículos de la Biblia sobre 'Sea'
- La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
- Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.
- La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
- A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal.
- Sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
- Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto.
- El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
- La salvación es del Señor.
¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah) - Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.
- Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
- El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno.
- Sea sobre nosotros tu misericordia, oh Señor,
según hemos esperado en ti. - Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
sobre toda la tierra sea tu gloria. - En ti, oh Señor, me refugio;
jamás sea yo avergonzado;
líbrame en tu justicia. - Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga,
el Dios que es nuestra salvación. (Selah) - Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
sobre toda la tierra sea tu gloria. - Y que el mismo Señor de paz siempre os conceda paz en todas las circunstancias. El Señor sea con todos vosotros.
- Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de vuestros pies.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. - Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
- Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
- Hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu desde lo alto,
el desierto se convierta en campo fértil
y el campo fértil sea considerado como bosque. - El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento; antes bien, sea vuestro sí, sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo juicio.
- Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
- Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas;
sea conocido esto por toda la tierra. - Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.
- He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.
- Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
- No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.
- Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
- Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.
- Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
- Vosotros, pues, orad de esta manera:
«Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.» - Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
- Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
- Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.
- Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.
- Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.
- Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros.
Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos;
sí, la obra de nuestras manos confirma. - Enseña al niño el camino en que debe andar,
y aun cuando sea viejo no se apartará de él. - No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
- Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará;
Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. - Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, y dijo:
Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá.
El Señor dio y el Señor quitó;
bendito sea el nombre del Señor. - Para el abatido, debe haber compasión de parte de su amigo;
no sea que abandone el temor del Todopoderoso. - Llena está mi boca de tu alabanza
y de tu gloria todo el día. - Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
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