Entonces Jesús, mirándolos, dijo: —Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. | Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. |
En ti, Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás. ¡Líbrame en tu justicia! | En ti, oh Señor, me refugio; jamás sea yo avergonzado; líbrame en tu justicia. |
Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. |
Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. | Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. |
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros. | A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. |
Jehová, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, Jehová, que ahora nos hagas prosperar. ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová! Desde la casa de Jehová os bendecimos. | Te rogamos, oh Señor: sálvanos ahora; te rogamos, oh Señor: prospéranos ahora. Bendito el que viene en el nombre del Señor; desde la casa del Señor os bendecimos. |
Bendíganos Dios y témanlo todos los términos de la tierra. | Dios nos bendice, para que le teman todos los términos de la tierra. |
¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! | Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place. |
Pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Jehová, la sabes toda. | Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. |
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. | No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. |
Hombre, él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios. | Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, sino solo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios? |
Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie. | Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. |
Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. | Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo. |
Tú, Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor. | Porque tú, oh Señor, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor. |
En Dios solamente descansa mi alma; de él viene mi salvación. | En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. |
Sáname, Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, oh Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. |
Y tuya, Señor, es la misericordia, pues tú pagas a cada uno conforme a su obra. | Y tuya es, oh Señor, la misericordia, pues tú pagas al hombre conforme a sus obras. |
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. | En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. |
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. | Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros. |
Jesús le dijo: —¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? | Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? |
Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. | Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré. |
En Dios solamente reposa mi alma, porque de él viene mi esperanza. | Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de Él viene mi esperanza. |
Dios es el que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida. | He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma. |
Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios, porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. | Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. |
Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. | Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias. |
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